1) Informe General
El Índice de Desarrollo Democrático cuenta con una metodología que se propone objetivar la diversidad de cuestiones que componen el sistema democrático, lo que permite obtener una visión sistémica del proceso democrático en toda su extensión y en su diversidad política, social y económica.
A partir del presente año, con el IDD-AR nos hemos propuesto desarrollar mediciones anuales, que permitan evaluar el desarrollo democrático en las 23 provincias argentinas y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El andamiaje metodológico es similar y comparable al ya implementado por Polilat, tanto en el IDD-LAT, que se publicó entre los años 2002 y 2016, y en el Índice de Desarrollo Democrático de México, en adelante IDD-MEX, que evalúa el desempeño de los 32 estados de la República de México, que se mide desde el año 2010 (ver en www.idd-mex.org).
la medición del Índice de Desarrollo Democrático de Argentina – IDD-AR, tiene la finalidad de generar instrumentos de evaluación del desempeño democrático de las provincias argentinas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que sirvan para identificar:
El IDD-AR también puede ser utilizado como plataforma para:
El IDD-AR evalúa el desarrollo democrático sobre la base de cuatro dimensiones:
CAPÍTULO 1 – RESULTADOS GENERALES DEL IDD-AR 2021
Análisis general del Índice
El IDD-AR pone en evidencia los contrastes de Argentina desde un entorno académico, pero también es un instrumento apropiado de análisis político, porque muestra fortalezas y debilidades, por lo que se convierte en una herramienta adecuada para que las dirigencias políticas, sociales y económicas la utilicen como un diagnóstico objetivo, así como para delinear e implementar políticas que permitan avances en el desarrollo humano y en la equidad social y económica.
A su vez, este año inicial de la medición del IDD-AR es sumamente particular, por el impacto mundial y local de la crisis generada por la pandemia de COVID-19. De allí que se puede presuponer que cada año de medición, al menos durante un par de años, debería traernos buenas noticias con la recuperación de indicadores, hoy claramente dañados por esta situación, que impacta en todas las dimensiones, tanto en lo que se refiere al clima de derechos y libertades, a la detención de procesos de mayor institucionalidad y control en el Estado, como al deterioro de indicadores laborales, educativos, de salud y económicos.
No obstante, debe señalarse que el tipo de medición de cada indicador puede generar un menor impacto ante un deterioro general de los indicadores, por lo que el tiempo nos permitirá, en sucesivas mediciones, determinar el impacto que la pandemia ha dejado en la medición del IDD-AR.,
Lideran el ranking nacional, con calificación de “alto desarrollo democrático” (más de 7,000 puntos), cinco de las 24 jurisdicciones del país: cCiudad Autónoma de Buenos Aires, que encabeza el ranking, con 10,000 puntos, producto de su alto rendimiento en dos dimensiones de “resultados de la gestión de gobierno”, Democracia Social y Democracia Económica, seguida por Tierra del Fuego (con 8,964 puntos), La Pampa (7,898), San Juan (7,094) y Río Negro (7,084),.
Con desarrollo democrático medio (entre 4,500 y 6,999 puntos) califican otras cinco provincias: San Luis, que encabeza el grupo con 6,323 puntos, y le siguen Mendoza (6,160), Neuquén (6,043), Misiones (5,524) y Córdoba (4,732).
Con bajo desarrollo (entre 3,000 y 4,449 puntos) califican siete jurisdicciones: Entre Ríos (4,249), Jujuy (4,078), Santa Fe (3,537), Catamarca (3,511), Buenos Aires (3,270), Chubut (3,218) y Santiago del Estero (3,182).
En tanto que con mínimo desarrollo se ubican las restantes siete provincias, que obtuvieron puntajes por debajo de los 3,000 puntos, en tanto registran bajos valores en muchos indicadores, que las posicionan en la porción final del ranking. Ellas son: Corrientes (2,875), Santa Cruz (2,134), Tucumán (1,429), La Rioja (1,290), Salta (0,845), Chaco (0,156) y, cerrando el ordenamiento nacional, Formosa con 0,000 puntos.
Debemos recordar que la construcción del ranking se logra llevando artificialmente a 10,000 puntos a la jurisdicción de mejores resultados, y a 0,000 puntos a la de desempeño más bajo, en tanto que el resto se pondera proporcionalmente.
De ningún modo este ranking indica que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por su puntaje “ideal”, se podría identificar como un “paraíso de la democracia”, sino que presenta un conjunto de indicadores positivos, la mayor parte de ellos relacionados con la infraestructura económica y social acumulada durante décadas, en tanto constituye el centro del funcionamiento económico, administrativo, cultural y financiero del país. Quedan, no obstante, muchas oportunidades de mejora en la democracia porteña.
Contrariamente a lo que señalamos en el caso de CABA, las jurisdicciones que aparecen al final del ranking presentan también un proceso de décadas de desinversión y falta de oportunidades de desarrollo, lo que contribuye a la obtención de magras posibilidades de desarrollo democrático para estas sociedades.
Lo más importante de este ranking es que no lo visualicemos como la radiografía del atraso, sino como el territorio de las oportunidades para el desarrollo democrático de los estados subnacionales más rezagados, y para la elaboración e implementación de políticas de Estado, de profundo sentido federal, que reviertan esa real desigualdad de oportunidades para muchas de ellas y sus habitantes.
A riesgo de ser reiterativos, se destacan los objetivos de este trabajo de análisis, diagnóstico y comparación que se propone poner en evidencia:
Análisis de los resultados por regiones del país.
A excepción de Chubut y Santa Cruz, que destacan negativamente en el sur del país, con mínimo desarrollo, las regiones Centro, Cuyo y Patagonia presentan un mejor nivel de desarrollo en relación con las regiones NOA y NEA.
En las Regiones NOA y NEA, con excepción de Misiones, que registra desarrollo medio, 6 jurisdicciones presentan mínimo mínimo desarrollo, por debajo de los 3,000 puntos (Salta, Tucumán, La Rioja, Chaco, Formosa y Corrientes); y solo Jujuy, Catamarca y Santiago del Estero registran bajo desarrollo, con valores por debajo de los 4,500 puntos y todas ellas por debajo del promedio nacional.
Una homogeneidad de signo positivo se observa en la porción central de la geografía argentina, con La Pampa, San Juan, Río Negro y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en niveles de alto desarrollo; en tanto que Mendoza, San Luis, Córdoba y Neuquén presentan desarrollo medio y Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, bajo desarrollo.
La región Patagonia es la que presenta mejor promedio, con 5,847 puntos, mientras que la que registra el menor promedio es la del NEA, con 2,139 puntos, valor por debajo del promedio nacional. El resultado de la región Patagonia se explica por las puntuaciones que alcanzan Tierra del Fuego, La Pampa y Río Negro, que están entre las más altas de Argentina. Las tres jurisdicciones ocupan el segundo, tercero y quinto lugar, respectivamente, en el ranking nacional. En el extremo opuesto, Santa Cruz y Chubut están entre las jurisdicciones que alcanzan puntuaciones más bajas y se ubican en el fondo de la tabla del ordenamiento nacional.
Analizando el comportamiento de las jurisdicciones de la Patagonia en las diversas dimensiones, La Pampa alcanza resultados positivos en Democracia de los Ciudadanos y en Democracia Económica; Chubut, en Democracia Social; Neuquén, en Democracia Económica; y Río Negro, en Democracia de las Instituciones. Tierra del Fuego es la jurisdicción que registra resultados positivos y de alto desarrollo en tres dimensiones, y solo no lo logra en Democracia Social. Por el contrario, Santa Cruz es la jurisdicción que peor comportamiento manifiesta, fundamentalmente en Democracia Social y Democracia de las Instituciones.
Si tomamos en cuenta el valor del promedio, la región que sigue es Cuyo, que alcanza los 5,217 puntos. Allí se destaca San Juan, con una puntuación por encima de los 7,000 puntos. El resto de las jurisdicciones logra resultados de desarrollo democrático medio, menos La Rioja, que ocupa uno de los últimos lugares del ranking, con 1,290 puntos, por lo que califica con desarrollo democrático mínimo.
En la región Cuyo se destaca, Mendoza por el resultado en Democracia Económica; San Luis, en Democracia de los Ciudadanos y San Juan en las dimensiones I y II. La Rioja es, de la región, el estado subnacional que peores puntuaciones obtiene, más intensamente en Democracia Económica.
En la región Centro, con un promedio de 5,158 puntos, solo se destaca Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la puntuación más alta del IDD-AR. Del resto de las jurisdicciones que componen la región, Entre Ríos y Córdoba alcanzan puntuaciones de desarrollo medio, mientras que Santa Fe y Buenos Aires registran bajo desarrollo.
Analizando los estados subnacionales que componen la región Centro, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es quien presenta valores de alto desarrollo en las dimensiones III y IV. Entre Ríos se destaca con una puntuación de alto desarrollo en Democracia de las Instituciones. El resto de las jurisdicciones presenta puntuaciones intermedias, menos Entre Ríos, que expresa una situación sensible en Democracia Social y en la Económica.
En el NOA el valor promedio de la región es de 2,609, con mínimo desarrollo, producto de los resultados críticos de Salta y Tucumán, sumado a que el resto de las jurisdicciones logra puntuaciones de bajo desarrollo. En la región no hay estado subnacional que se destaque por su puntuación, así como tampoco lo logran en algún indicador. Por el contrario, se observan comportamientos críticos en las dimensiones III y IV por parte de todas ellas.
Por último, el NEA es la región que presenta los resultados más pobres. A excepción de Misiones, que registra un puntaje de desarrollo medio, el resto de las jurisdicciones presenta un comportamiento crítico. Formosa, que se ubica en el último lugar del ordenamiento nacional con 0,000 puntos, es la entidad de peor desempeño del país. En esta región, Corrientes logra una puntuación de alto desarrollo en Democracia de los Ciudadanos, al igual que Misiones. Las variables sensibles son las referidas al desarrollo social y económico, donde Chaco, Corrientes y Formosa registran puntuaciones críticamente bajas.
1.4 Presentación de resultados según la intensidad de desarrollo registrada
A continuación clasificamos el registro alcanzado en el IDD-AR por las 24 jurisdicciones, según su intensidad de desarrollo dentro de cuatro categorías:
Alto desarrollo: jurisdicciones con puntuación desde 10,000 a 7,000 puntos.
Desarrollo medio: jurisdicciones con puntuación desde 6,999 a 4,500 puntos.
Bajo desarrollo: jurisdicciones con puntuación desde 4,499 a 3,000 puntos.
Mínimo desarrollo: jurisdicciones con puntuación desde 2,999 a 0,000 puntos.
Jurisdicciones con alto desarrollo (AD)
Las Regiones NOA y NEA no cuentan con jurisdicciones que registren esta calificación de desarrollo.
Jurisdicciones con desarrollo medio (DM)
Jurisdicciones con bajo desarrollo (BD)
Jurisdicciones con mínimo desarrollo (MD)